Según un estudio publicado por la Federación Española del Corazón (FEC) en España alrededor de un 43% de la población con más de 18 años tiene Hipertensión Arterial.
Sin embargo, tan solo un 37,4% de las personas que lo sufren son conscientes de ello; y otro gran porcentaje a pesar de estar tratados están mal medicados. Por ello, hace de esta una enfermedad muy común en nuestro país y debe de poder abordarse como es debido.
Pero, antes de nada ¿Qué es la Hipertensión Arterial? Técnicamente, la Hipertensión
Arterial es una enfermedad provocada por la presión elevada sobre los vasos
sanguíneos. Cuanto mayor sea la tensión que hay que resistir en los vasos sanguíneos
(arterias) peor es para el corazón. Es decir, si las arterias muestran resistencia, el
corazón bombea la sangre más fuerte y por tanto hay más posibilidad de que un vaso
sanguíneo pueda romperse. Y para ello, han sido siempre muy ilustrativo los anuncios
de determinados productos, en los cuales ante una arteria con un tamaño normal el
corazón bombea a una velocidad y fuerza normal. Pero, si por cualquier enfermedad se
obstruye o simplemente muestra resistencia esto podría producir ese sobresfuerzo del
corazón llamado hipertensión.
La hipertensión conlleva riesgos muy importantes a nivel cardiovascular. Entre las
posibles enfermedades provocadas encontramos la posibilidad de tener un accidente
cerebrovascular, un ataque cardiaco (Infarto) o pérdida de la función renal (Riñones),
entre otras patologías.
¿Y cómo sabemos que tenemos Hipertensión? Es difícil detectar los síntomas de la
hipertensión, ya que a menudo no provocan síntomas notables. A veces puede
relacionarse con dolor de cabeza o nerviosismo. Pero en su gran mayoría no son
notables sus síntomas, pudiéndose dar el caso de padecer Hipertensión y no saberlo. La
única forma de saberlo con exactitud es midiéndolo, cosa que normalmente hace un
médico en su consulta, pero que podemos hacer nosotros si disponemos del dispositivo
para ello. Los valores normales de presión arterial están comprendidos por debajo de
120 la Sistólica y 80 la Diastólica (120/80). Unos valores de 139/89 se denominan pre
hipertensión y una vez que los niveles superen estos valores se podrá considerar que
padece hipertensión.
¿Y que causa la Hipertensión? Las causas de la hipertensión no están claras en su gran
multitud. Sin embargo, existen una gran variedad de factores que son propiciantes de la
enfermedad. Entre los más comunes encontramos el consumo de tabaco, un alto
consumo de sodio (sal), inactividad física, tener sobrepeso y altos niveles de estrés entre
otras. Esto nos lleva a la conclusión de que muchas de las veces no es un solo factor el
que nos lleva a padecer la enfermedad. Así debemos de tener mucho cuidado, pues los
factores que la provocan son muy comunes en el desarrollo de nuestra vida.
¿Qué podemos hacer para reducir la hipertensión? El tratamiento para reducir la
hipertensión es muy variado. En los casos en los que la enfermedad es muy grave la
medicación será de carácter obligatorio. Sin embargo, a pesar de eso o que no sea un
alto nivel se recomienda reducir al máximo los factores de riesgo que producen la
enfermedad. Esto conlleva cambios sencillos en el estilo de vida tales como reducir peso
si sufre sobrepeso, dejar el tabaco si se es fumador o probar técnicas como el
mindfulness si se sufren altos niveles de estrés.
Sin embargo, un componente que muchas personas olvidan y que es de vital
importancia es: EL EJERCICIO FÍSICO. Así es, el ejercicio físico es un muy buen
componente para reducir los valores de Hipertensión arterial. Sin embargo, hay que
tener en cuenta algunos factores ya que debemos de tener cuidado con el tipo de
ejercicio que hacemos. Para ello, vamos a desglosarlo en dos grandes grupos:
● Entrenamiento Aeróbico: El entrenamiento aeróbico ha sido el más
recomendado para el tratamiento de la hipertensión. Sin duda el efecto inmediato
de la vasoconstricción de los vasos sanguíneos ya se podría considerar una
mejora. Pero a largo plazo encontramos muchos más beneficios como la mejora
de la disfunción del ventrículo izquierdo y la mejora en la rigidez arterial entre
otros. El ejercicio aeróbico puede realizarse: andando, corriendo, nadando, en
bici… De la forma que más nos guste, lo que si es importante es realizar un
calentamiento previo y que este tenga una duración de alrededor de 45 minutos a
un ritmo suave. Y para que consigamos tener los mejores resultados debemos de
realizar entre 4 y 5 veces a la semana.
● Entrenamiento de Fuerza: El entrenamiento de fuerza tiene también increíbles
beneficios sobre nuestra salud cardiovascular. Sin embargo, debemos de tener
mucho más en cuenta algunos consejos. Uno de ellos evitar siempre la llamada
maniobra de Valsalva, en la cual al hacer una repetición apretamos fuerte el
abdomen. Otro consejo con respecto a la hora de hacer los ejercicios de fuerza,
es evitar llegar al fallo (Cuando no podemos más y dejamos el peso) por eso
también es recomendable evitar las cargas altas. Por eso lo más recomendable es
entrenar con unas cargas entre el 30 y 70% del RM, y entre 8 y 12 repeticiones
según el ACSM (American College of Sport Medicine).
Como hemos podido observar estas son las recomendaciones que se establecen para
disminuir la Hipertensión mediante el ejercicio físico. Tener Hipertensión no es una
enfermedad mortal, pero puede causar graves daños a nivel cardiaco. Debemos tener en
cuenta que cuidar nuestra salud siempre va más allá que tomarnos la medicación. Pues
tener la enfermedad no se elige, pero si que esta no cambie nuestra forma de vivir.
Un saludo,
Ginés López
Coordinador Reto 360 Rehab